Reconocimiento del Estado Palestino en la ONU

Marcelo Solervicens, 2 de diciembre de 2012.

Esta semana en un voto favorable de más de dos tercios de los 192 países que forman parte de la asamblea general de las Naciones unidas, decidió aumentar el reconocimiento a Palestina a nivel de país observador en el sistema onusino. Se trata de una victoria historia y de gran carácter simbólico porque con la excepción de un puñado de estados entre ellos islas del pacifico que cuentan solo con algunos millares de habitantes , países como Francia, le dieron el apoyo y otros aliados tradicionales de Estados Unidos en el expediente israelí como el Reino Unido, prefirieron abstenerse. Varios analistas señalan incluso que los Estados Unidos no quisieron poner todo su peso en la balanza para obligar a algunos estados a votar contra el reconocimiento de Palestina., porque aunque han perdido poderío no son tan débiles tampoco.

La categoría de estado observador, es el mismo reconocimiento con el que cuenta el Vaticano y para varios observadores se trata de un paso de gigante hacia la implementación de la existencia de un estado palestino al frente de un estado judío. Una tesis que ya se impuso como una posibilidad cierta en los años noventa cuando se pensó que se podía avanzar en el proceso de paz e incluso se otorgaron premios nobel de la paz.

Desde un punto de vista concreto y de acuerdo a los estándares internacionales en materia de relaciones entre estados, lo que es más importante, es que significa un cambio cualitativo porque un estado observador puede participar en las diversas instancias de la ONU. Incluso puede acusar al Estado de Israel de crímenes contra la humanidad por et trato que le da a la población en Cisjordania y en la banda de Gasa.

Con ello la decisión de la mayoría de la comunidad internacional es de dar un paso decisivo de reconocimiento de la existencia del estado palestino. Con ello se deja atrás el habitual argumento de Israel y de sus aliados incondicionales como Estados Unidos y ahora Canadá de que solo las negociaciones con Israel, podían hacer avanzar la paz. Ello cuando en el último año no se ha avanzado en nada en el dialogo. Efectivamente uno del conflicto israelo palestino es que cuando la comunidad internacional apoyó la creación del estado de Israel, permitió la limpieza étnica de cientos de miles de Palestinos que desde entonces viven en campos de refugiados y que reivindican el derecho a volver a Israel cuando termine el diferendo Los partidarios de Israel señalan que ello pondría en jaque demográfico la posibilidad de un estado judío. Lo cierto es que sigue sin saldar la deuda de la comunidad internacional la que al darle una tierra a los judíos con la creación del estado de Israel, condenó hasta ahora a un pueblo milenario, el de los Palestinos a vivir como parias en su tierra, en los territorios ocupados y desperdigados por el mundo.

La Organización de liberación de la Palestina ya ha reconocido el derecho de Israel a existir, lo que no es el caso de los palestinos integristas de Hamas. Sin embargo, con las primaveras árabes los observadores señalan que ha habido una apertura de este partido y distanciamiento de Siria y de irán.

Está claro que se trata de uno de los conflictos más difíciles de resolver en el mundo actual, precisamente porque los fundamentos van contra lo que ahora se considera como el enfoque correcto de la situación. En efecto, ahora se considera inaceptable el desplazamiento forzoso de individuos por razones étnicas o de religión. Que es lo que se encuentra en la base del conflicto israelo palestino. La resolución de la ONU impone también obligaciones al Estado Palestino observador de respetar los estado reconocidos por la comunidad internacional entre los que se encuentra precisamente Israel.

Por otro lado, con el desarrollo creciente de procesos políticos de apertura producto de la movilización ciudadana contra las dictaduras en los países de Medio oriente y de África del Norte, se abren posibilidades ciertas de democratización de sociedades como la de Egipto e incluso de Jordania que pueden favorecer democracias representativas que dejan atrás el argumento de que Israel es la única democracia representativa de la región y un pedazo de occidente en medio de la barbarie árabe.

En ese marco de creciente posibilidades de dialogo por la paz, basada en la convivencia de un estado árabe y un estado judío, es muy difícil entender la posición del gobierno conservador dirigido por Stephen Harper  y su ministro de relaciones exteriores John Baird quien se desplazó incluso a New York no solo para votar contra el estatus de estado observador de la ONU  para Palestina, sino que además, intentar convencer otros países que hicieran lo mismo.

Lo grave es no sólo que fue un fracaso porque perdió estruendosamente su posición, sino que además provoca un cambio fundamental en el rol que Canadá puede jugar en el conflicto. En efecto, la vocación tradicional de Canadá es de contribuir al dialogo y la paz. Ahora no contribuye al dialogo porque se posiciona sin condiciones a favor del estado de Israel con lo que nos favorece una solución de dialogo. La resolución de la AG de la ONU es un hito importante en la paz, pero en la medida en que permita establecer puentes que favorezcan la convivencia.

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